¡Qué onda, banda! ¿Cómo andamos? Hoy les quiero platicar de un tema que, chance al principio suena medio técnico, pero de verdad que es un tesoro escondido para cualquier negocio. Estamos hablando de los datos sin estructura. Sí, esos que no están ordenaditos en una tabla de Excel, sino que andan por ahí sueltos como chango en kermés.
¿Qué son esos Datos “Sin Chiste”?
A ver, para empezar, ¿qué onda con estos datos sin estructura? Pues piensen en todos esos correos que mandan y reciben, las conversaciones en WhatsApp con sus clientes, los posts en redes sociales, los comentarios en su página, ¡hasta los audios y videos! Todo eso es información valiosísima, pero no está en un formato fácil de analizar como una base de datos tradicional. Desde mi punto de vista, ahí está la verdadera carnita asada de la información. La que te dice qué piensa la gente de verdad, qué les preocupa, qué les encanta de tu producto o servicio.
Es la diferencia entre saber que vendiste X número de playeras rojas talla mediana, y saber que la gente las compra porque “el rojo es mi color de la suerte” o “me recuerda a mi equipo favorito”. Esa última información es la que te da el poder de conectar con tus clientes a un nivel más profundo y de crear campañas de marketing que de verdad peguen. ¡Es como leerles la mente, pero con datos!
¿Por Qué Ignoramos Esta Mina de Oro?
La verdad es que, muchas veces, le sacamos al tema porque suena complicado. Yo creo que nos espanta la idea de tener que analizar cantidades enormes de texto y audio. Parece que se necesita un ejército de expertos y una inversión gigante para sacarle provecho a todo eso. Y, pues, ni quién le quiera entrar.
Pero, ¡ojo! Que las cosas han cambiado un montón. Ahora hay herramientas mucho más accesibles y fáciles de usar que nos ayudan a analizar estos datos sin tener que ser científicos de la NASA. Y, lo más importante, los beneficios de hacerlo son enormes. Personalmente pienso que quien no le entre a esto, se va a quedar atrás. Es como seguir usando el fax cuando todo el mundo está en WhatsApp.
Una Anécdota Personal: Cuando No Le Hice Caso a Los Datos… ¡Y Me Arrepentí!
Déjenme les cuento una cosa que me pasó. Hace un tiempo, tenía un changarrito de venta de comida a domicilio. Todo iba más o menos bien, pero sentía que no crecía como quería. Recibía un montón de comentarios en Facebook sobre mis platillos, pero nunca me tomé el tiempo de analizarlos a fondo. “Ay, qué flojera”, pensaba.
Me pasó que, un día, un amigo me dijo: “Oye, ¿ya viste que un montón de gente se queja de que tardas mucho en entregar la comida?”. Yo, necio, le dije: “No, hombre, seguro son unos cuantos exagerados”. ¡Grave error! Resulta que, si hubiera analizado los comentarios de Facebook, me habría dado cuenta de que el problema de las entregas era mucho más grande de lo que pensaba. ¡Y lo peor es que la gente se estaba yendo con la competencia! Aprendí la lección a la mala, de plano. Desde entonces, ¡le hago caso a cada comentario!
Sacándole Jugo a la Información “Desordenada”
Entonces, ¿cómo le hacemos para empezar a aprovechar esta mina de oro? Bueno, lo primero es identificar qué tipo de datos sin estructura tenemos a nuestro alcance. Ya hablamos de correos, redes sociales, chats, audios y videos. Pero también pueden ser documentos de Word, PDFs, presentaciones de PowerPoint, ¡lo que sea! Desde mi punto de vista, todo puede ser útil.
Luego, hay que elegir las herramientas adecuadas para analizar esos datos. Hay opciones para todos los gustos y presupuestos. Algunas son gratuitas, otras son de paga, pero ofrecen pruebas gratis para que las cales. Lo importante es encontrar una que se adapte a tus necesidades y que te permita identificar patrones y tendencias en la información.
Encontrando los Patrones Ocultos
Una vez que tienes tus herramientas listas, ¡es hora de ponerse a chambear! El objetivo es encontrar patrones y tendencias en los datos que te ayuden a entender mejor a tus clientes, a mejorar tus productos o servicios, y a tomar decisiones más inteligentes para tu negocio. Yo creo que ahí está la clave del éxito.
Por ejemplo, puedes analizar los comentarios en redes sociales para identificar qué productos o servicios son los más populares, qué problemas tienen tus clientes, qué les gusta y qué no les gusta de tu marca. O puedes analizar las conversaciones en WhatsApp para entender mejor sus necesidades y ofrecerles soluciones personalizadas. Las posibilidades son infinitas.
¿Quién Va a Ser el Primero en Entrarle?
En resumen, los datos sin estructura son un tesoro escondido para cualquier negocio. Son una fuente de información valiosísima que te puede ayudar a entender mejor a tus clientes, a mejorar tus productos o servicios, y a tomar decisiones más inteligentes. Desde mi punto de vista, quien le entre a esto, va a tener una ventaja competitiva enorme.
Así que, ¿quién se anima a ser el primero en entrarle? No se espanten, no es tan complicado como parece. Hay herramientas y recursos disponibles para ayudarles en el camino. Y, créanme, los resultados valen la pena. ¡Anímense a descubrir el oro escondido de sus negocios! Y si les late tanto como a mí el análisis de datos, chance les interese leer más sobre cómo usar la inteligencia artificial en el marketing digital. ¡Ahí se ven!