¿Qué onda, banda? ¿Todo bien? Hoy quiero platicarles de algo que me ha estado rondando la cabeza últimamente. Y es que, en mi experiencia chambeando con páginas web, he visto un montón que, aunque se ven chidas, ¡están perdiendo clientes a lo loco! Y lo peor es que a veces ni siquiera se dan cuenta.
Desde mi punto de vista, muchas veces nos clavamos en el diseño, en que se vea todo “instagrameable” y se nos olvida lo más importante: ¡que la página venda! Que la gente que la visite haga lo que queremos que haga, ya sea comprar un producto, suscribirse a un boletín o simplemente contactarnos. Así que, pónganse cómodos porque hoy vamos a desmenuzar tres errores comunes que están matando tus conversiones y cómo puedes solucionarlos.
Error #1: Navegación Más Confusa Que El Metro En Hora Pico
A ver, a ver… ¿Cuántas veces has entrado a una página web y te has sentido más perdido que Adán en el Día de las Madres? A mí me ha pasado un montón. Y, déjenme decirles, ¡es la peor experiencia del mundo! Si tu página es difícil de navegar, la gente se va a ir. Así de simple.
Personalmente pienso que la navegación debe ser intuitiva. Imaginen que su página web es como su casa: si invitas a alguien, no lo vas a dejar vagando sin rumbo por los cuartos, ¿verdad? Lo vas a guiar, le vas a decir dónde está el baño, la cocina, la sala. Pues lo mismo con tu página web. Los visitantes deben encontrar lo que buscan en dos o tres clics, máximo.
Yo creo que una buena estructura de navegación debe tener un menú claro y conciso, con categorías bien definidas. Además, es súper importante que haya una barra de búsqueda funcional. Y, por favor, ¡no escondan el botón de contacto! Que esté a la vista, fácil de encontrar. Si no, ¿cómo van a contactarte los clientes potenciales? A poco no está cañón.
Error #2: Contenido Más Aburrido Que Ver Crecer El Pasto
¡Ay, Dios mío! Este es un clásico. ¿Cuántas páginas web has visto que tienen un contenido genérico, aburrido y sin chiste? A mí me da sueño nada más de pensarlo. Y es que, seamos honestos, la gente no tiene tiempo para leer rollos mareadores. Quieren información relevante, útil y entretenida.
En mi opinión, el contenido de tu página web debe ser como una buena carnita asada: sabrosa, jugosa y que te deje con ganas de más. Utiliza un lenguaje claro y sencillo, evita los tecnicismos innecesarios y, sobre todo, ¡sé auténtico! Muestra tu personalidad, deja que se vea quién eres y qué te apasiona.
Desde mi punto de vista, es súper importante que conozcas a tu público objetivo. ¿Qué les interesa? ¿Qué problemas tienen? ¿Qué tipo de lenguaje utilizan? Adapta tu contenido a sus necesidades y verás cómo la gente empieza a conectar contigo. Y no se olviden de las imágenes y los videos. Una imagen vale más que mil palabras, ¡y un video ni se diga! Úsenlos para ilustrar sus ideas, para hacer su contenido más dinámico y atractivo.
Error #3: Llamadas A La Acción Que No Llaman A Nada
Este es otro error garrafal. ¿De qué sirve tener una página web bonita y con contenido interesante si no le dices a la gente qué quieres que haga? Las llamadas a la acción (CTA) son como los meseros en un restaurante: te guían, te sugieren qué pedir y te animan a gastar tu dinero. Si no tienes CTAs claras y convincentes, estás dejando dinero sobre la mesa.
Personalmente pienso que una buena llamada a la acción debe ser visible, atractiva y específica. Utiliza verbos de acción como “Compra ahora”, “Suscríbete gratis” o “Descarga tu guía”. Asegúrate de que el texto del botón sea corto y fácil de entender. Y, lo más importante, ¡coloca tus CTAs en lugares estratégicos de tu página!
Me pasó que, hace unos meses, revisando la página de un amigo que vende artesanías, me di cuenta de que no tenía ni una sola llamada a la acción clara. La página se veía bonita, las fotos de las artesanías estaban chidas, pero no había ningún botón que dijera “Compra ahora” o “Añadir al carrito”. Le dije: “¡Compadre, estás regalando las ventas! ¿Cómo esperas que la gente compre si no les dices qué hacer?”. Le pusimos unas CTAs bien diseñadas y las ventas se dispararon en cuestión de semanas. ¡Así de importante es!
¡No Te Duermas En Los Laureles!
En resumen, banda, si quieren que su página web sea un verdadero imán de clientes, tienen que evitar estos tres errores como la peste: una navegación confusa, un contenido aburrido y llamadas a la acción inexistentes. ¡Pónganse las pilas! Revisen su página web, identifiquen las áreas de oportunidad y hagan los cambios necesarios.
Yo creo que con un poco de esfuerzo y dedicación, pueden transformar su página web en una máquina de ventas. Y si necesitan ayuda, ¡ya saben dónde encontrarme! Échenme un grito y platicamos. Y si te late tanto como a mí este tema de las páginas web, podrías leer más sobre diseño UX y marketing digital, te aseguro que encontrarás información muy valiosa. ¡Nos vemos en la próxima! Y recuerden: ¡la chamba bien hecha, no tiene precio!