¡Precios de remate y sigues en la lona! 3 errores al vender online que te están vaciando los bolsillos
¡Precios de remate y sigues en la lona! 3 errores al vender online que te están vaciando los bolsillos
¡Qué onda, banda! ¿Todo bien? Espero que sí, y si no, pues aquí andamos para echarle un poquito de luz a esos problemas que a veces nos dan dolor de cabeza, sobre todo cuando se trata de vender por internet. Y es que, déjenme les digo, no es nomás subir fotitos bonitas y esperar a que la gente se pelee por comprarte. ¡No, señores! Hay más ciencia detrás de todo esto de lo que uno se imagina.
Y hoy quiero platicarles de un tema que a muchos nos ha pasado: bajarle y bajarle al precio de nuestros productos y aun así ver cómo la competencia se lleva a los clientes. ¿Les ha pasado? A mí sí, y ¡uf!, qué frustración se siente. Uno piensa, “pues si lo pongo más barato, seguro vendo más”, pero ¡oh sorpresa!, a veces es lo peor que puedes hacer. Entonces, ¿qué onda? ¿Por qué pasa esto? Bueno, aquí les va mi análisis, desde mi humilde experiencia como chilango metido en el mundo del e-commerce.
Error #1: Pensar que el precio bajo es la única solución
A ver, seamos sinceros. Todos amamos las ofertas, ¿no? Pero el precio no lo es todo. Desde mi punto de vista, si te enfocas solamente en tener el precio más bajo del mercado, estás entrando en una guerra que es muy difícil de ganar. Siempre habrá alguien dispuesto a bajarle más, a sacrificar ganancias con tal de robarte clientes. Y eso, a la larga, no es sostenible.
Además, bajarle demasiado al precio puede mandar un mensaje equivocado. La gente puede empezar a pensar que tu producto es de mala calidad, o que estás desesperado por vender. Y eso, ¡de plano!, no te ayuda en nada. Al contrario, te daña la reputación. En mi opinión, la clave está en ofrecer un buen valor por lo que vendes. ¿Qué significa esto? Pues que tienes que enfocarte en la calidad, en el servicio al cliente, en la experiencia de compra.
Recuerdo una vez que estaba vendiendo unas playeras con diseños originales. Al principio, las puse a un precio súper bajo, pensando que así iba a arrasar. Pero, ¿qué creen? ¡Nadie compraba! Fue hasta que subí un poquito el precio, mejoré la presentación de las fotos y empecé a responder rápido a las preguntas de los clientes que las ventas empezaron a subir. Ahí me di cuenta de que la gente estaba dispuesta a pagar un poco más por algo que se veía bien y que les daba confianza.
Error #2: No conocer tus costos reales
Este es un error garrafal, ¡eh! Y me incluyo porque a mí también me pasó. A veces, por las prisas de empezar a vender, no nos sentamos a hacer bien las cuentas y terminamos vendiendo a precios que no nos dejan ni para el chicle. Es importantísimo que tengas bien claros todos tus costos: el costo del producto, los gastos de envío, las comisiones de las plataformas, los impuestos, ¡todo!
Si no sabes cuánto te cuesta realmente cada producto, ¿cómo vas a saber si estás ganando o perdiendo dinero? Es como andar a ciegas, ¡de plano! Yo creo que lo mejor es hacer una hoja de cálculo bien detallada donde puedas registrar todos tus gastos y calcular tu margen de ganancia. Y no se vale hacer trampa, ¿eh? Hay que ser honestos con uno mismo.
Desde mi punto de vista, es mejor vender menos, pero con una buena ganancia, que vender mucho y terminar trabajando gratis. Al final del día, lo que queremos es tener un negocio rentable, ¿no? Y para eso, necesitamos conocer nuestros números al dedillo. Y si te cuesta trabajo con los números, ¡no te avergüences! Busca a alguien que te ayude, un contador, un amigo que sepa de finanzas. Lo importante es no dejar este tema al azar.
Error #3: No segmentar a tu público y ofrecer descuentos a todo el mundo
Otro error común es pensar que todos los clientes son iguales. ¡Error! Hay diferentes tipos de clientes, con diferentes necesidades y diferentes presupuestos. Si ofreces descuentos a todo el mundo, estás dejando dinero sobre la mesa. En mi opinión, lo mejor es segmentar a tu público y ofrecer descuentos personalizados, dirigidos a grupos específicos.
Por ejemplo, puedes ofrecer descuentos especiales a tus clientes más leales, a los que te compran seguido. O puedes ofrecer descuentos por volumen, a los que compran grandes cantidades. O puedes ofrecer descuentos para estudiantes, para adultos mayores, para lo que se te ocurra. Lo importante es que los descuentos sean relevantes para cada grupo de clientes.
Personalmente pienso que, la clave está en conocer bien a tu público. ¿Qué les gusta? ¿Qué necesitan? ¿Qué están dispuestos a pagar? Si tienes esta información, puedes crear ofertas que sean realmente atractivas para ellos. Y no te olvides de usar las herramientas que te ofrecen las plataformas de venta online. La mayoría te permiten segmentar a tu público y dirigir tus campañas de marketing a grupos específicos.
Así que ya lo saben, banda. Bajarle al precio no siempre es la solución. A veces, es mejor enfocarse en la calidad, en el servicio al cliente y en conocer bien a tu público. ¡Échenle ganas y verán cómo sus ventas se disparan! ¡Nos vemos en el próximo artículo! Y si les gustó este, podrían leer más sobre cómo sacarle jugo a las redes sociales para vender más, ¡les va a encantar!