Tecnología de software

¿Adiós, Testers? El Testeo Automático y el Futuro del QA en México

¡Híjole, raza! Últimamente ando bien pensativo sobre el futuro de mi chamba. Y es que con todo este rollo del testeo automático, uno se pone a temblar, ¿a poco no? Se escucha por todos lados que *eso* va a revolucionar la manera en que probamos el software. Pero, ¿será que nos van a mandar a volar a los testers “de hueso colorado”? Yo creo que no es tan blanco y negro como lo pintan. Acompáñenme a echarle un ojo a este asunto, porque la neta, sí me preocupa.

El Testeo Automático: ¿El Nuevo Mesías del Software?

Hay que ser honestos: el testeo automático tiene sus ventajas, y no son pocas. Para empezar, agiliza un montón el proceso de desarrollo. En lugar de pasar horas probando cada función manualmente, *eso* puede hacerlo en cuestión de minutos. Además, reduce el riesgo de errores humanos, algo que, ni modo, a veces nos pasa. También, a diferencia de uno que tiene que dormir y comer, *eso* puede trabajar 24/7 sin quejarse. Suena chido, ¿no?

Pero, ojo, no todo es miel sobre hojuelas. Yo creo que el testeo automático, por sí solo, no es la panacea. Requiere una configuración inicial que puede ser bastante compleja y costosa. Y aunque es bueno para tareas repetitivas, no es tan bueno para detectar errores inesperados o problemas de usabilidad que solo un ojo humano puede ver. Además, si los casos de prueba están mal diseñados, *eso* va a estar probando pura basura y los resultados no van a servir de nada.

Ventajas del Testeo Automático que Sí Nos Hacen Pensar

A ver, para ser justos, hay que reconocer que *eso* tiene sus puntos fuertes. Por ejemplo, en proyectos grandes, donde hay que hacer pruebas de regresión cada que se modifica algo, el testeo automático es una bendición. Imagínense tener que probar todo manualmente cada vez que un programador cambia una línea de código. ¡Nos volveríamos locos! Con *eso*, se puede hacer de manera rápida y eficiente, lo que libera tiempo para otras tareas.

Otra ventaja es que *eso* puede simular escenarios de prueba que serían imposibles o muy difíciles de replicar manualmente. Por ejemplo, probar el rendimiento de una aplicación bajo una carga de usuarios enorme. O simular diferentes configuraciones de hardware y software. Eso nos permite identificar problemas que de otra manera pasarían desapercibidos. Y eso, la neta, es algo que los testers valoramos un montón.

¿Y Los Testers de la Vieja Escuela, Qué Onda?

Aquí es donde me pongo más serio. ¿Significa todo esto que los testers “de a deveras” estamos condenados al desempleo? Yo creo que no, pero sí creo que tenemos que adaptarnos. En mi opinión, el futuro del QA no es un mundo donde *eso* nos reemplaza por completo, sino un mundo donde trabajamos en conjunto.

Los testers seguiremos siendo necesarios para definir la estrategia de pruebas, diseñar los casos de prueba, analizar los resultados y reportar los errores. Además, seguiremos siendo los encargados de hacer las pruebas exploratorias, que son esas pruebas donde no hay un plan definido y donde usamos nuestro ingenio y experiencia para encontrar problemas inesperados. En pocas palabras, *eso* puede hacer el trabajo pesado, pero nosotros seguimos siendo los cerebros detrás de la operación.

Image related to the topic

Mi Experiencia Personal: Cuando el Testeo Manual Salvó el Día

Les voy a contar una anécdota que me pasó hace unos años. Estábamos trabajando en un proyecto para una aplicación móvil. Habíamos implementado un montón de pruebas automáticas, que cubrían la mayoría de las funcionalidades. Pero, ni modo, algo falló.

Un día, mientras estaba probando la aplicación de manera manual, me di cuenta de que había un problema con la interfaz de usuario en un tipo específico de celular. *Eso* no lo había detectado porque, pues, no estaba programado para buscar ese tipo de error. Resulta que había un botón que quedaba oculto detrás de otro elemento en la pantalla. Si no lo hubiera descubierto, los usuarios de ese celular no habrían podido usar una función importante de la aplicación. Fue entonces cuando me di cuenta de que el testeo manual sigue siendo esencial, especialmente para encontrar esos errores “escondidos” que *eso* no puede ver.

¿Cómo Nos Preparamos Para el Futuro? ¡A Jalar, Raza!

Entonces, ¿qué podemos hacer los testers para sobrevivir a esta “revolución”? Yo creo que la clave está en la capacitación. Tenemos que aprender a usar las herramientas de testeo automático, entender cómo funcionan y saber cómo integrarlas a nuestro flujo de trabajo. Pero también tenemos que seguir desarrollando nuestras habilidades “blandas”, como la comunicación, el pensamiento crítico y la resolución de problemas.

Además, tenemos que estar dispuestos a aprender cosas nuevas constantemente. El mundo del software está en constante evolución, y si no nos adaptamos, nos quedaremos atrás. Ni modo, hay que meterle ganas y seguir aprendiendo. Si les late tanto como a mí este tema del futuro del trabajo, podrías leer más sobre cómo la tecnología está cambiando el mercado laboral en México.

El Futuro del Testeo: Un Trabajo en Equipo

En resumen, yo creo que el testeo automático no va a acabar con los testers, sino que va a transformar nuestro trabajo. Vamos a tener que aprender a trabajar en equipo con *eso*, aprovechando sus fortalezas y compensando sus debilidades. En mi opinión, el futuro del QA es un futuro donde los testers somos más estratégicos, más creativos y más valiosos que nunca. Y eso, raza, ¡está chido!

Image related to the topic

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *