¿Llamando a los Muertos por Zoom? ¡No Manches!
¿Te imaginas hablar con tu abuelita que ya se fue, pero por videollamada? Suena a película de ciencia ficción, ¿verdad? Pues resulta que andan circulando por internet servicios de “llamadas del más allá” donde supuestamente puedes contactar a tus seres queridos fallecidos a través de un “médium” y una conexión online. La neta, yo al principio me saqué de onda. ¿Será posible? ¿Será puro cuento? En este artículo te voy a platicar lo que pienso al respecto, y te voy a contar una anécdota que me hizo reflexionar mucho sobre este tema. Agárrate que ahí te va…
El Boom de los Médiums Digitales: ¿Oportunidad o Estafa?
La verdad es que con esto de la tecnología, ya nada me sorprende. Pero esto de los médiums online sí me dejó pensando. Me puse a investigar un poco y me encontré con un montón de páginas y perfiles en redes sociales que ofrecen este tipo de servicios. Desde “lecturas de aura” hasta “sesiones de espiritismo virtuales”. ¡De todo, como en botica! Lo que más me preocupa es que muchas personas, en su dolor y desesperación por contactar a sus seres queridos, pueden caer fácilmente en estas trampas. Y es que, seamos sinceros, ¿quién no ha sentido la necesidad de decirle algo más a alguien que ya no está? ¿O de pedirle un consejo? Yo creo que todos, en algún momento, hemos tenido esa necesidad.
Estos “médiums digitales” aprovechan ese sentimiento para ofrecer falsas esperanzas y, lo peor de todo, para sacarles dinero a las personas que están sufriendo. Porque, claro, estas sesiones no son gratis. Algunos cobran desde unos cuantos cientos de pesos hasta miles, dependiendo del “nivel” del médium y de la “complejidad” de la sesión. ¡Una verdadera estafa! Desde mi punto de vista, juegan con los sentimientos de la gente, y eso no se vale. Ni tantito así.
Mi Encuentro Cercano (y Escéptico) con el Mundo del Más Allá
Hace unos años, cuando falleció mi abuelo, la verdad es que me sentí muy mal. Éramos muy unidos y sentí que se me iba una parte de mí. Una amiga, que es medio mística, me recomendó ir a ver a una señora que hacía “limpias” y que, según ella, tenía el don de comunicarse con los espíritus. Al principio me negué, porque yo soy más de la onda científica y esas cosas “paranormales” no me convencen mucho. Pero la verdad es que estaba tan desesperado que decidí darle una oportunidad.
Fuimos a la casa de la señora, que era un lugar medio tétrico, lleno de velas y de imágenes religiosas. La señora me hizo pasar a un cuarto oscuro y me dijo que cerrara los ojos y que pensara en mi abuelo. Empezó a rezar y a decir cosas raras, y de repente me dijo que mi abuelo estaba ahí, a mi lado. Me dijo que mi abuelo me mandaba un mensaje: “No te preocupes, estoy bien”. La verdad es que no sentí nada, ni vi nada, ni escuché nada. Pero mi amiga estaba llorando y me dijo que ella sí había sentido la presencia de mi abuelo. Yo me quedé con la duda, la neta. ¿Será que la señora tenía un don de verdad? ¿O todo fue un truco para sacarme dinero? Hasta la fecha no lo sé. Pero esa experiencia me hizo reflexionar mucho sobre la necesidad que tenemos los humanos de creer en algo más allá de la muerte. Y cómo esa necesidad puede ser aprovechada por gente sin escrúpulos.
¿Creer o No Creer? Esa es la Cuestión (y el Riesgo)
Yo creo que cada quien es libre de creer en lo que quiera. Si alguien encuentra consuelo en contactar a sus seres queridos a través de un médium, ya sea online o presencial, pues qué bueno. Pero lo importante es hacerlo con precaución y con sentido común. No hay que dejarse llevar por la desesperación ni por las promesas milagrosas. Hay que investigar bien antes de contratar cualquier servicio de este tipo, y hay que desconfiar de aquellos que te piden mucho dinero o que te presionan para tomar una decisión.
Personalmente pienso que la mejor forma de honrar la memoria de nuestros seres queridos es recordarlos con cariño, mantener vivos sus recuerdos y seguir sus enseñanzas. No creo que sea necesario pagarle a alguien para que nos “conecte” con ellos. Al final del día, el amor y el recuerdo son los mejores canales de comunicación con aquellos que ya no están. Y esos canales están siempre abiertos, sin necesidad de pagar nada ni de conectarse a internet.
Un Consejo Final (y Muy Mexicano): ¡Aguas con los Charatanes!
Si decides aventurarte en el mundo de los médiums online, ten mucho cuidado. Hay mucha gente que se aprovecha del dolor ajeno para sacar provecho. No te dejes engañar por las promesas de resultados garantizados ni por los testimonios falsos. Confía en tu intuición y en tu sentido común. Y recuerda: si algo suena demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea.
Desde mi punto de vista, es mejor buscar apoyo en amigos, familiares o profesionales de la salud mental para sobrellevar la pérdida de un ser querido. Ellos te pueden ofrecer un espacio seguro para expresar tus emociones y para procesar tu duelo. Y, sobre todo, te pueden ayudar a recordar a tus seres queridos con amor y respeto, sin necesidad de recurrir a trucos ni a charlatanes. Así que ya sabes, ¡ponte trucha! Y no te dejes chamaquear por los que andan queriendo hacer negocio con el dolor de la gente. Si te late tanto como a mí reflexionar sobre estas cosas, podrías investigar más sobre las creencias populares en México y cómo han evolucionado con la tecnología. ¡Te sorprenderás!